El equipo del River Plate llegó ayer a Buenos Aires tras caer derrotado el miércoles en Córdoba ante el Belgrano por 2-0 y se alojó en las afueras de la capital para evitar incidentes con sus hinchas en el estadio Monumental, donde habitualmente se concentra.
Tras perder el partido de ida de la Promoción, los riverplatenses están obligados a ganar por dos tantos de diferencia el próximo domingo en el de vuelta para mantenerse en la Primera División del fútbol argentino.
En el Monumental de Núñez la policía había montado una operación de seguridad, pero el autobús que recogió a la plantilla en el aeropuerto Jorge Newbery se dirigió directamente a la localidad de Don Torcuato, a unos 35 kilómetros de Buenos Aires, donde los jugadores quedaron alojados en el Hindú Club.
En la estación aérea se comprobó que varios hinchas intentaron acercarse a los futbolistas, que salieron del lugar por una puerta de emergencia.
Durante el cotejo en Córdoba, una media docena de aficionados saltaron al campo, insultaron a los jugadores cara a cara y los empujaron para reclamarles más actitud ante el Belgrano, incidente que provocó la interrupción de juego durante 19 minutos.
Más tarde, otros revoltosos volvieron a insultar a los futbolistas y al entrenador Juan José López en los alrededores del hotel en el que se alojaban en Córdoba.
En las cercanías del estadio Monumental se espera una concentración de hinchas riverplatenses para demostrar su descontento por las políticas del club y la situación del equipo, que está más cerca del descenso que de la permanencia en la Primera División.
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