jueves, 4 de diciembre de 2014

River Plate golpea a Nacional

El Atlético Nacional cedió ayer en Medellín un empate 1-1 al River Plate en el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana que dejó a cada equipo como protagonista y dominador único en cada tiempo del juego.

La historia pudo aliarse del todo con el equipo colombiano en el primer tiempo, cuando el punta Oscar Berrío marcó a los 35 minutos y llevó por el camino de la amargura a sus custodios, pero sonrío para el River Plate en el segundo, cuando Leonardo Pisculichi empató con un remate a distancia a los 65 y los argentinos pudieron marcar más.

El partido decisivo se jugará el 10 de diciembre en el estadio Monumental, de Buenos Aires.

El creativo Edwin Cardona, los puntas Luis Carlos Ruiz y Jonathan Copete, así como el lateral diestro Daniel Bocanegra generaron zozobra en los primeros compases en la portería de Marcelo Barovero, quien debió emplearse a fondo para neutralizar los ataques.

El gol del Atlético Nacional partió de un lanzamiento profundo de Cardona y una descolgada veloz de Berrío por la banda derecha que lo dejó libre en el frente para rematar a placer al fondo de la red ante la impotencia de Barovero. Tres minutos después, a los 38, pudo ampliar el mismo Berrio, que se tornó un dolor de cabeza para el defensor Ramiro Funes Mori y el lateral zurdo Vangioni, pero la falta de puntería de los jugadores colombianos fue la explicación para que el partido llegara al descanso sin una ventaja mayor.

Para el segundo tiempo el River Plate adelantó sus líneas y con menos espacios los de Marcelo Gallardo incrementaron la presión, se apoderaron del balón y dieron más velocidad el partido, que con el paso de los minutos mostró a un Atlético Nacional cansado por la intensidad que derrocharon en el comienzo.

El uruguayo Carlos Sánchez y Leonardo Pisculichi encabezaron la renovada ofensiva del equipo millonario, hasta que en a los 65 minutos se produjo el empate con la complicidad del portero Armani, que llegó tarde al vertical derecho por donde se filtró el balón.

El remate venenoso de Pisculichi fuera del área nació de un pase de Teófilo Gutiérrez y desde entonces el Atlético Nacional se mostró confuso y desordenado. El conjunto argentino motivado y manejando el balón a su antojo siguió presionando y estuvo cerca de llevarse el triunfo en maniobras de Funes Mori y el recién ingresado Fernando Cavenaghi.

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