A tres días de su último partido oficial en Boca Juniors, el goleador Martín Palermo confesó sus diferencias con Juan Román Riquelme y reconoció que "no había diálogo" con el otro gran referente del plantel xeneize. Aseguró que no se sentaría a tomar un café con Román y disparó: "A la larga, lo que da resultados es tener un buen grupo. Esto perjudicaba a todos".
"No era fácil convivir de esta manera, donde todo el tiempo se hablaba o se generaba una situación incómoda. Antes éramos compañeros que nos llevábamos muy bien, pero con el tiempo la relación fue cambiando y nunca supe los motivos o el por qué cambió la relación con Riquelme. Igualmente, eso no significó que dentro de la cancha no supiéramos qué hacer o que no supiéramos lo que significábamos para el equipo y para el hincha de Boca", reconoció Palermo, en diálogo con radio La Red.
"Nunca supe por qué cambió la relación y nunca salió de nosotros hablarlo tampoco. Tenemos formas completamente diferentes, pensamientos distintos, otras maneras de ser, la realidad es esa& Si durante años compartimos un mismo vestuario, nunca nos sentamos en una habitación a charlarlo, no lo vamos a hacer ahora", añadió el Titán.
Palermo reveló que "no había diálogo" con Riquelme y relató que "había un buen día, chau, hasta mañana, y hasta ahí era el diálogo" y aclaró que esa mala relación no involucró a los amigos de Román dentro del plantel, como el arquero Javier García o los delanteros Lucas Viatri y Ricardo Noir.
"No tuve problemas con Javi García, el más amigo dentro del vestuario, así como con Lucas, con Tito y con sus amigos. Al contrario, con ellos tenía la mejor relación. Pero es como que se dividía el grupo y está a la vista que, a la larga, lo que te da resultados es tener un buen grupo, tanto dentro como fuera de la cancha", aseveró.
Y continuó: "Muchas veces se dijo que en el 2000 también estábamos todos peleados y lo único que pasó y que pudo molestar fue eso de que en Japón le dije a Carlos (Bianchi) que jugara Guillermo y no el 'Chelo' (Delgado), que tampoco fue tan así... Pero no es cierto que había problemas, no había división dentro del vestuario. Como tampoco las hubo con el Coco Basile, en 2005", aclaró.
"Inconcientemente, se generan situaciones incómodas para los compañeros, para el cuerpo técnico y hasta para los periodistas que conviven con nosotros. Quizás ahora que me voy yo, las cosas cambien y ya no se sientan las divisiones dentroi del vestuario. Pero seguiría actuando de la misma forma que lo hice siempre", afirmó.
Verborrágico, Palermo calificó como "un desplante" el festejo esquivo de Riquelme, cuando el Titán convirtió su tanto 219, ante Arsenal, con el que alcanzó el record de Roberto Cherro y se convirtió así en el máximo goleador de la historia de Boca.
"Lo sentí un desplante hacia mí y me sorprendió. Era un gol que todos compartieron conmigo y fue raro, una situación incómoda que se generó, a tono con cómo nos llevábamos. Pero no esperaba una muestra así dentro de la cancha, porque siempre habíamos tratado de mantener al margen lo que pasaba fuera de la cancha y que dentro de la cancha no se reflejaran las diferencias de afuera", confesó.
Consultado sobre las condiciones de su ahora ex compañero, Palermo no dudó en calificarlo "un gran jugador", pero enseguida manifestó que le gustaría "ver al Román del 2007, el de la Copa Libertadores, ese que muestra su forma diferente, ser un jugador pensante, desequilibrante".
"Lo deben tener mal las lesiones, el problema de la rodilla, eso seguramente le está costando y por eso no puede encontrar su nivel. Las lesiones pasan factura y él no puede completar un campeonato entero. Eso afecta mucho", analizó.
Finalmente, desmintió que haya existido alguna pelea y reiteró desconocer los motivos de su mala relación. "Jamás hubo una pelea, ni siquiera una discusión o algo por el estilo. Se enfrió algo que antes era de una forma y el tiempo fue cambiando esa relación", concluyó.
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