El llanto desconsolado de Matías Almeyda, capitán y símbolo del equipo, sintetizó con dolorosa precisión el clima en el vestuario de River Plate, que quedó condenado a jugar la promoción por un descenso al Nacional B tras perder con Lanús 2 a 1 en la última fecha del torneo.
La imagen de Almeyda quedó expuesta al abrirse las puertas del vestuario para permitir, justamente, el ingreso de sus hijas.
Con el capitán, la totalidad de los jugadores de River se hundieron en la tristeza: "Están devastados", aseguró una fuente del club. El delantero Mariano Pavone, hincha reconocido y otro de los referentes, exhibió una imagen similar a la de Almeyda.
Del mismo modo que impresionó el llanto de varios, fue notoria una ausencia: la del presidente Daniel Passarella, quien se fue del estadio 20 minutos antes del final del partido.
A su salida, Passarella fue acompañado por un coro de insultos de parte de los hinchas riverplatenses: "Passarella botón, Passarella botón, vos sos hincha de Boca la p... madre que te parió", fue el canto repetido, lo mismo que el "que se vayan todos, que no quede, ni uno solo", ya extendido al resto de la Comisión Directiva.
El silencio invadió el Monumental después de la derrota, y en el rostro de cada uno de los simpatizantes de River quedó expuesto no ya el dolor de esta condena, sino, también, el miedo persistente de caer ante Belgrano de Córdoba, ida y vuelta que marcará la despedida de Juan José López como DT millonario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario