El presidente de Argentina, Mauricio Macri, afirmó hoy que ha pedido a autoridades nacionales y de Buenos Aires que se trabaje para que las finales de este mes entre Boca Juniors y River Plate por la Copa Libertadores puedan tener público visitante, tras años de prohibición por razones de seguridad.
"Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir", remarcó el jefe del Estado en su cuenta de Twitter.
El partido de ida tendrá lugar en La Bombonera, el estadio de Boca, el 10 de noviembre, y la revancha el 24 de noviembre en el Monumental de River Plate, apenas seis días antes de que a poca distancia de ese lugar se celebre la cumbre de presidentes del G20, un evento que ya hizo mover las fechas previstas en un principio.
Desde hace varios años, la violencia registrada en los estadios de los principales equipos argentinos, que se cobró con muertes de hinchas, llevó a prohibir el acceso de público visitante.
La petición de hoy del mandatario, quien fue presidente de Boca entre 1995 y 2007, ya la están estudiando las autoridades de seguridad, al tiempo que está generando fuerte controversia en el país.
Representantes como Guillermo Madero, director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos de la ciudad, habían descartado la posibilidad de hacer una excepción en estos encuentros por motivos de seguridad, así como otros altos cargos competentes en la materia.
En este sentido, destacó que es una "gigantesca oportunidad" para que el país vuelva a mostrar el "nivel de madurez" que, en su opinión, mostró en octubre durante los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
"Más de un millón de personas hicieron colas para ver todas las disciplinas, todo salió perfecto", apuntó, y dijo que es la oportunidad de mostrar "lo mismo".
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