Era la última final a dos partidos, pues a partir de 2019 la Copa Libertadores se dirimirá en uno solo y el choque entre River Plate y Boca Juniors planteaba un cambio de era mediático, pero la lluvia aplazó del 10 al 11 de noviembre la ida en la Bombonera y la violencia pasó la vuelta de ayer al día 25.
Ese domingo 11 de noviembre el partido de ida se jugó un día después de lo programado, debido a la lluvia, y terminó en empate 2-2.
En esta ocasión, el mundillo del fútbol habló ayer de un bochorno, define como una vergüenza los hechos protagonizados por fanáticos de River que atacaron el autobús que llevaba a los jugadores de Boca al estadio Monumental.
Por la apedreada de hinchas de River al micro de Boca, el volante Pablo Pérez sufrió una “úlcera por cuerpos extraños e imposibilidad de jugar el partido”, según el informe de los médicos que lo revisaron en el sanatorio Otamendi de esa capital.
Antes, la comisión médica a cargo de Oswaldo Pangrazio revisó al jugador y a sus compañeros y dio el visto bueno de una forma incomprensible
Vidrios rotos, gases lanzados por la Policía para dispersar a los agresores y varios jugadores afectados obligaron a los directivos de ambos clubes y de la Conmebol a sostener una larguísima reunión en el estadio Momumental para decidir la suerte del encuentro decisivo.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) postergó dos veces la hora del comienzo del encuentro, que originalmente se fijó para las 16:00 (hora boliviana).
Y cuando se esperaba que se jugara a las 19:15 tras cambiar el anuncio de las 18:00, el presidente de la entidad compareció ante la prensa para anunciar el nuevo capítulo de lo que parecer ser ya una final maldita.
“Un equipo no puede jugar y el otro no quiere ganar en estas condiciones”, explicó Domínguez a periodistas, queriendo justificar lo injustificable.
El presidente de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, agregó que se llegó a un acuerdo para postergar el partido de vuelta de la Copa Libertadores para que el equipo Millonario no tenga ningún tipo de ventaja.
“River creyó conveniente que los jugadores de Boca Juniors tengan el tiempo suficiente de recuperación y que se pueda jugar un partido de igual a igual, sin ninguna ventaja de ningún tipo, más del que se pueda dar en la cancha”, aseguró.
“Es lamentable que esto haya ocurrido por culpa de unos pocos desadaptados”, afirmó al respecto el presidente de River. “Los jugadores de Boca Juniors no estaban en condiciones de jugar hoy por su condición psicológica, más que por su salud física, porque los médicos de la Conmebol decían que estaban bien”, agregó D'Onofrio.
Los detenidos
Hinchas Al menos 29 personas fueron detenidas ayer por los incidentes que se registraron en los alrededores del estadio Monumental, que llevaron a aplazar el decisivo partido de la final de la Copa Liberadores
Repudio El excapitán de España y del Barcelona Carles Puyol escribió en su cuenta de Twitter lo siguiente: “Qué pena las noticias que llegan de Argentina... Así no se vive el fútbol. VERGÜENZA!!!" Gabriel Batistuta, exdelantero de Boca y River, tildó de “vergonzoso” y “lamentable” la agresión contra los xeneizes.
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