Los miles de hinchas de River que estaban en el estadio Monumental cuando se anunció el aplazamiento, aún sin fecha, del partido ante Boca por la agresión a los jugadores del equipo xeneize se mostraron decepcionados y tristes con la noticia.
“Veníamos con la ilusión de vivir algo histórico y nos vamos con las manos vacías. Había viajado 600 kilómetros para ver el partido y me tengo que ir sin nada, no sé si podré volver a ver un espectáculo que era único e inolvidable”, dijo Alberto Boso, de 47 años, desde la puerta del Monumental.
El sábado, cuando debía disputarse la final de vuelta de la Copa Libertadores entre River y Boca, tras el 2-2 de la ida, hinchas millonarios atacaron el bus de los jugadores del equipo visitante e hirieron a integrantes de la plantilla. /EFE
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