Boca Juniors vencio a Santamarina de Tandil por 4-3 en un desempate desde el punto del penal tras el 1-1 con que habían concluido los 90 minutos regulares en el Estadio Padre Ernesto Martearena de Salta, por los 32avos de final de la Copa Argentina.
El encuentro habia finalizado uno a uno con goles de Martín Michel, para los de Tandil, y Facundo Roncaglia, para los xeneizes.
Ya desde la corta distancia, para Boca acertaron Juan Román Riquelme, Cristian Chávez, Pablo Ledesma y Rolando Schiavi. El remate de Leandro Somoza fue atajado por Daniel Bertoya.
Para los que militan en el Argentina A, convirtieron Cristián Zárate, Mauricio Ocaño y Hugo González. En cambio, Agustín Orion tapó el envío de Leonardo Acosta y el intento de Juan Bautista Gáspari rebotó en un poste.
El juego se realizó ante 20 mil espectadores que colmaron el escenario salteño.
Los tandilenses salieron desde el primer minuto de juego a presionar bien arriba y disputar cada pelota como si estuvieran jugando un partido del Argentino A y enfrente no estuviera el campeon del fútbol argentino.
Y apenas transcurridos 60 segundos, Michel recibió un centro de la derecha dentro del area chica y su remate salió levemente desviado. Cinco minutos mas tarde, Acosta se encontró con el balón sólo frente a Orion y su fuerte disparo fue tapado parcialmente por el arquero. Del rebote un envío desde fuera del área fue rechazado con angustia en la misma linea del arco por Schiavi. Tres situaciones claras de gol en menos de 19 minutos.
La sorpresa y el asombro paralizaron a las 20 mil personas que colmaron el Estadio Padre Ernesto Martearena para alentar a Boca, y estremecieron al puñado de hinchas de Santamarina. Boca recién se arrimó al arco tandilense a los 9 con un disparo desde fuera del area de Walter Erviti.
El equipo xeneize pretendía crear juego por izquierda con las corridas de Clemente Rodríguez y el enlace con Riquelme. Pero el 10 de Boca se mostró falto de dinámica y además fue bien marcado de cerca por Acosta. De esa manera, Nicolás Blandi y Darío Cviatanich tuvieron pocas oportunidades de acercarse al arco de Bertoya.
Los tandilenses parecieron sentir el esfuezo físico de los primeros minutos y por un largo período el partido se emparejó, sin situaciones claras frente a los arcos.
Lo inesperado llegó al final, cuando Schiavi fue superado por un centro llovido que partió desde la derecha y el nueve de Santamarina conectó de cabeza para poner el 1-0.
El estadio no enmudeció, pero el estupor sacudió a todo el publico boquense, que vio como su equipo se retiraba al descanso en desventaja. En la segunda etapa el campeón salió decidido a ponerle al cotejo un resultado más acorde con la lógica y a los aurinegros les costó demasiado salir de posiciones defensivas.
El conjunto xeneize presionó a los tandilenses y los complicó al máximo.
En una escena de ataque profundo, Erviti le bajó la pelota hacía atrás a Cvitasnich y el delantero resolvió con eficacia, pero la conquista fue invalidada por una posición levemente adelantada del ex San Lorenzo de Almagro, Monterrey y Banfield.
En una réplica aislada, sin embargo, Michel quedó en una ubicación frontal e inmejorable frente a Orion, pero la escena fue equivocadamente invalida, ya que de ninguna manera la posición del atacante debió considerarse prohibida.
A los 18 la levantada de Boca al menos alcanzó para recibir el alivio del empate y eso ocurrió porque Riquelme ejecutó un tiro libre con maestría y Roncaglia resolvió de cabeza. Mientras Boca insistía en su ofensiva, al árbitro Germán Delfino se le pasó por alto una infracción dentro del área aurinegra que sufrió Blandi, a quien lo empujaron cuando iba a cabecear. Boca fue persistente en cuanto a su voluntad ofensiva, pero Santamarina resistió con tenacidad y asi se arribó al desempate desde la corta distancia.
La emoción entonces se extendió hasta que el disparo de Gáspari pegó en el poste derecho de Orion y así los xeneizes pasaron a la próxima ronda, donde se medirán con Central Córdoba.
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