Después de un comienzo errático y deslucido, Boca Juniors se acomodó al partido y terminó por lograr un cómodo 2-0 sobre Olimpo en La Bombonera y en el comienzo del torneo Clausura.
Darío Cvitanich y Pablo Mouche fueron autores de los goles, mientras que Juan Román Riquelme fue quien marcó el ritmo en su equipo y tuvo protagonismo fundamental en las acciones de ambas conquistas.
Olimpo se mostró al principio como un conjunto ordenado, pero pagó tributo a su falta de profundidad, se derrumbó en desventaja y ya no ofreció respuestas.
La primera media hora de juego fue sumamente anodina. Olimpo tuvo mayor posesión de la pelota en los primeros 20 minutos, mientras que Boca prácticamente no se aproximaba al área rival.
El equipo de Bahía Blanca tuvo una oportunidad inmejorable a los 18 segundos al conectar Martín Rolle un centro de Emiliano Romero y salvó con mucho esfuerzo Agustín Orion.
Después al visitante comenzó a faltarle profundidad y solamente avanzaba hasta tres cuartos de cancha.
En la segunda mitad de la primera etapa, Boca comenzó a conseguir la pelota, pero sólo ejecutaba centros imprecisos que Matías Ibáñez controlaba con comodidad.
En el último cuarto de hora, en la medida en que creció la participación de Riquelme, el equipo local fue ganando agresividad.
En el minuto 40, Riquelme por izquierda encontró una pelota en el área, colocó un centro que Mouche, en posición adelantada no advertida, bajó de cabeza y Cvitanich que llegaba de frente marcó la mínima diferencia con que el juego se encaminó al descanso.
En todo el segundo período, Boca controló las escenas sin inconvenientes, Olimpo casi ni se aproximó al arco de Orion y sin demasiadas llegadas, al campeón le alcanzó para establecer diferencias claras en el desarrollo.
La única aproximación de los bahienses ocurrió en el minuto 12, cuando Franzoia apareció para rematar en plena área chica y de nuevo apareció la solvencia de Orion.
El segundo gol que despejó cualquier incógnita respecto de la resolución del encuentro se produjo en el minuto 20, con una asistencia magistral de Riquelme, quien dejó a Mouche solo y después de un rebote en Ibáñez el propio delantero convirtió.
Para Boca fue la prolongación de su largo invicto de 30 partidos, mientras Olimpo sigue hundido en el último lugar de la tabla de los promedios y sumó más preocupación para su complicado presente.
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