El boliviano Róger Bello, quien estuvo de veedor en el partido del pasado jueves entre Boca y River por los octavos de final de la Libertadores, duelo suspendido antes del inicio del segundo tiempo porque se lanzó gas pimienta sobre los jugadores del cuadro millonario, contó su verdad y afirmó que se cumplió todo lo que dice el reglamento del fútbol.
"Lo primero que uno hace es evaluar, ver el cuadro, y en este caso de los jugadores de River, y ver si habían condiciones o no. El árbitro decidió esperar un tiempo viendo si podían recuperarse e iniciar el complemento. No ocurrió, se esperó un lapso prudente y luego el juez decidió suspender el partido”, afirmó el dirigente al diario el El Deber.
Agregó que la autoridad máxima de un compromiso es el árbitro, en este caso el argentino Darío Herrera, con quien coordinaron y se percataron si las condiciones estaban dadas para seguir adelante con el compromiso, "principalmente en lo que respecta a la parte de seguridad de ambos equipos y todos los aficionados en el estadio”.
Según el cruceño, el árbitro decidió esperar un tiempo y ver si es que los jugadores del equipo millonario podían recuperarse e iniciar el segundo tiempo, pero ello no ocurrió, por lo que se tomó la determinación de suspender el compromiso.
"Se trataba de un partido entre dos grandes, de un clásico, quizá uno de los mayores de Sudamérica, pero nosotros estamos capacitados para enfrentar situaciones como esta”, remarcó a su llegada a Santa Cruz.
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