River Plate cerró un 2018 inolvidable, por la conquista histórica de la Copa Libertadores ante su eterno rival Boca Juniors, firmando el tercer puesto del Mundial de Clubes con un cómodo triunfo en la final de consolación ante un Kashima (4-0) que chutó en tres ocasiones a los postes.
River se quedó sin la final del Mundial deseada, medir fuerzas ante el todopoderoso Real Madrid y poner en valor su crecimiento, pero regresa a Buenos Aires recuperando la alegría para festejar al fin la Libertadores. El primer tanto llegó con un testarazo inapelable Zuculini a los 24 minutos. Acababa de entrar el portero suplente Sogahata y solo pudo ver como el balón golpeaba el poste antes de colarse en su portería.
El 2-0 fue una gran acción de equipo de River, la culminó con un gesto repleto de calidad Julián Álvarez que recibió de espaldas, se giró y dejó un balón perfecto a la llegada de Pity Martínez que sentenciaba de zurda(73’). La goleada llegaba con un tanto de penalti de Santos Borré (88’) y la despedida con golazo del Pity con balón picado que llovió del cielo a la red sobre la hora (92’).
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