La semana pasada, Carlos Bocanegra, director deportivo del Atlanta United, y Darren Eales, presidente de la franquicia campeona de la Liga de Estados Unidos, estuvieron en Buenos Aires. La misión: buscarle un reemplazante a Gerardo Martino, el director técnico que dejó una huella indeleble en el club. Y Guillermo Barros Schelotto, quien no aceptó una conversación formal hasta que pasara la Superfinal de la Copa Libertadores, es el favorito a ocupar un lugar en el banco. El Mellizo tiene historia en la MLS: fue campeón como futbolista en el Columbus Crew. Y su vínculo con Boca vence el 31 de diciembre.
La dirigencia del Xeneize conoce al dedillo el panorama. Por eso, tras el duro golpe que sufrió el elenco de la ribera al caer 3-1 frente a River en la puja por la corona de América, no habrá una búsqueda pública de entrenador hasta que se resuelva el futuro de Guillermo. Al que no ven cerca de la Bombonera.
En consecuencia, en el seno de la Comisión Directiva comenzó el juego de nombres, que responde a un contexto: a fines de 2019 hay elecciones. Y el espacio político que encabeza Daniel Angelici entiende que, para continuar al comando del club (más allá de que el Tano no volverá a postularse) debe redondear un año con títulos para dejar atrás el mal paso en Madrid. Y la principal etiqueta que necesita un aspirante para entrar en la nómina de candidatos es “que tenga personalidad”.
En la CD piensan que es un ítem clave para manejar un plantel repleto de figuras y egos. Creen que Guillermo mostró mano firme para conducir algunas situaciones (por ejemplo, el caso Tevez, cuando no lo vio en condiciones de ser titular), pero no mostró la misma convicción en otros (Fernando Gago). Así, dicha condición, por caso, está por encima del estilo de juego que ostenta, como se podrá apreciar en la nómina.
LOS “PREFERIDOS” DE ANGELICI, PERO IMPOSIBLES
En Boca saben que, más allá del debate, la decisión final pasará por las manos de Angelici. El presidente tiene dos nombres que encabezan su lista de preferidos, pero comprende que son “imposibles” en este momento. Uno es Alejandro Sabella. El ex entrenador de Estudiantes y la Selección en el Mundial de Brasil 2014 siempre estuvo muy bien conceptuado por el Tano. De hecho, propuso su nombre como mánager del combinado nacional una vez que la AFA definió la salida de Jorge Sampaoli. Pachorra viene de superar una enfermedad y, si bien está mejor y se lo vio en varios eventos del Pincha, en Boca no saben si se encuentra al 100% para asumir el desafío.
Otro nombre que “le encanta” a Angelici es Jorge Almirón. Tanto él como el presidente Mauricio Macri lo nombraron para conducir a la Selección. Sin embargo, tras su paso por Atlético Nacional de Medellín, recibió la oferta de San Lorenzo y la aceptó. Está ocupado, con apenas cuatro partidos -tres empates y una derrota- al frente del equipo. Una puerta que se cerró.
LOS “POSIBLES”
Gustavo Alfaro es un nombre que siempre gustó. Incluso, en su momento, hubo quienes lo vieron como el “sucesor” de Carlos Bianchi. Lechuga, de 56 años, es el director técnico de Huracán, uno de los animadores de la Superliga (está cuarto, a 11 puntos del líder Racing). Y le ven carácter y un perfil de juego “a lo Boca”, como el que impuso en su momento Julio César Falcioni, quien hubiera sido candidato si no fuera por su estado de salud. Aparece entre los que corren con más chances. ¿Se irá del Globo ante una oferta de este calibre? Un puente: Angelici tiene buena relación con Alejandro Nadur, titular del club de Parque Patricios.
Antonio Mohamed tuvo su primera experiencia en el fútbol español con el Celta: no le fue como en su exitosa carrera en México y permaneció en Vigo apenas siete meses. De 48 años, con un pasado como futbolista de Boca, sus chances crecieron en las últimas horas. En Argentina tuvo buenas etapas en Independiente (ganó la Copa Sudamericana) y en Huracán, el club con el que está identificado (ascendió a Primera).
Gabriel Heinze enamora a la Comisión Directiva desde el juego que impuso en Argentinos y en Vélez, con una identidad definida, apuesta por el material de inferiores. Con 40 años, exhibió personalidad fuerte, aunque a veces eso le valió enfrentamientos con los medios, un tema sensible en el mundo Boca. Difícil que, por estilo de conducción, acepte dejar al Fortín con el proyecto a mitad de camino. En el Xeneize, además, saben que, de elegirlo, le tienen que dar “la suma de todo el poder” en lo futbolístico.
Miguel Ángel Russo, de 62 años, aparece más atrás en la consideración, pero no hay que descartarlo. Campeón de la Libertadores con Boca en 2007, con un Riquelme brillante, viene de superar un cáncer de próstata y de cerrar su ciclo en Millonarios de Colombia, donde ganó dos títulos.
Tras las experiencias de Rodolfo Arruabarrena y Guillermo Barros Schelotto, la opción de un ídolo del club está algo relegada. De todos modos, algunos directivos abonan a la posibilidad. En ese tren, Martín Palermo es el nombre que más suena. Viene de dirigir en Unión Española de Chile y tiene a Roberto Abbondanzieri como ayudante de campo. Alberto Márcico, por su parte, propuso a Blas Giunta como candidato, pero, más allá del cariño, no entraría en la lista.
¿LOS TAPADOS?
La juventud le juega en contra a Sebastián Beccacece, conductor del sorprendente Defensa y Justicia y ex ayudante de campo de Jorge Sampaoli, quien fue promovido por Daniel Angelici para que dirigiera la Selección. Pero gusta. Y hay quien sugirió el nombre de Luis Felipe Scolari, quien viene de ser campeón con Palmeiras del Brasileirao y tuvo palabras elogiosas hacia el Xeneize cuando quedó eliminado en semifinales de la Copa Libertadores.
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