A estas horas, River, Boca, exfutbolistas argentinos e hinchas (y también varios medios de comunicación) dejaron sentado algo muy nítido: no quieren que la superfinal de la Copa Libertadores se juegue en el continente europeo, más específicamente, en Madrid, España.
El principal argumento en el que confluyen es que el torneo es esencialmente “de América”, por lo que disputarlo en suelo madrileño resulta una contradicción que produce tirria y escosor.
El mundo millonario expresó su disgusto no solo porque el partido se deba llevar adelante en el Santiago Bernabéu, estadio del Merengue, sino porque la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) le quitó el derecho de ser local en la vuelta, así como lo fue el Xeneize en la ida, del 11 de noviembre. Desde ese punto, River considera que la tan proclamada “igualdad de condiciones” no está dada.
Por ello, el club reclamará su condición de local y apelará también la sanción económica de 400 mil dólares que le impuso el Tribunal Disciplinario, además de dos partidos internacionales sin “su gente” en 2019.
Por el lado de Boca, el descontento sigue. Luego de que el Tribunal diera a conocer su fallo, la institución insiste en que la Conmebol debe descalificar a su archirrival y proclamarlo campeón. Esto, después de que un grupo de supuestos hinchas de River apedreara el micro del Xeneize, el sábado 24 de noviembre. Según el sanatorio con el que consultó la entidad boquense, Pablo Pérez resultó con un ojo lesionado (úlcera en la córnea).
El Xeneize volvió a anunciar que, si es necesario, llegará al TAS, en Suiza. Boca quiere la copa, River, jugar en su casa.
Diego Maradona, exmundialista con Argentina y actual DT de los Dorados mexicanos, se fue en contra del mandamás de la Conmebol, Alejandro Domínguez. “Hijo de ..., poné seguridad y hacélo en la cancha de Vélez”. El periodista Alejandro Fantino, conductor de radio y TV, expresó: “¿Podés ser tan hijo de... de llevarme a jugar a otro continente? Me hacés sentir basura”.
Gabriel Batistuta, exemblema albiceleste, dijo: “River-Boca en el Bernabéu. La Superliga sin calendario. La Selección Argentina con un proyecto a seis meses”.
En las redes sociales, la queja es la misma: la Libertadores no puede jugarse en España.
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