En ese entonces el plantel argentino venció al Gremio brasileño por (3-0), en Buenos Aires, y (0-2), en Porto Alegre.
Chávez explicó que fue parte de ese torneo internacional tras la salida del hoy entrenador Guillermo Barros Schelotto, quien fichó para el Columbus Crew de Estados Unidos.
“Para mí usar la camiseta de Guille era un sueño. Fue un gran jugador. Boca Juniors tenía un plantel de lujo y era difícil conseguir la titularidad. Estar entre los 25 convocados era complicado, pero gracias a Dios pude estar ahí”.
El hoy volante de Wilstermann aseguró que esa hazaña lo lleva “en la piel”. Recordó que estuvo con grandes futbolistas como Mauricio Caranta, Hugo Ibarra, Daniel Díaz, Claudio Morel, Clemente Rodríguez, Pablo Ledesma, Éver Banega, Neri Cardozo, Juan Román Riquelme, Rodrigo Palacio y Martín Palermo, entre otros.
Chávez explicó que el técnico de Boca de 2007 Miguel Ángel Russo “sabía cómo jugar la Copa y tenía inspirado a Riquelme, que anotó en casi todos los compromisos. “Tenía un plantel de lujo”.
Pochi explicó que “salir campeón de la Libertadores con el equipo de tus amores es un sueño”.
“Yo venía de un barrio humilde, todos ahí eran fanáticos de Boca, y alzar la Copa es algo indescriptible. Desde muy pequeño soy fanático del Xeneize”.
El camino hacia la corona comenzó en el estadio Hernando Siles frente a Bolívar (0-0) y la vuelta goleó 7-0. Además, Boca dejó en el camino a grandes como Vélez Sarsfield, Libertad de Paraguay y Cúcuta Deportivo de Colombia.
En esa época, él tenía 20 años y luego comenzó jugar con mayor regularidad en el plantel argentino.
“Después jugué la final de la Copa Libertadores en 2012, pero Corintians (Brasil) se quedó con el título”.
Pochi se siente identificado con los colores del plantel argentino y con llegada a la institución.
“Estoy en Bolivia y los amigos me piden entradas para ver la gran final. Es un clásico histórico de los equipos argentinos y hasta el Presidente (Mauricio Macri) dio su palpito”.
El campeón de 2007 dijo que River Plate demostró experiencia en el certamen continental.
“Esta final es un clásico histórico y debe ser una fiesta deportiva. Yo me la juego por Boca. Los futbolistas tienen la jerarquía de otro nivel y siempre aparecen en estos partidos”.
Pochi se imagina el estadio la Bombonera pintado de azul y amarillo, además de los cánticos que harán del encuentro “una fiesta deportiva”.
“Ver ese estadio será increíble. Si todos los domingos en los partidos locales se llena, para este clásico será escalofriante”.
Explicó que en un partido entre dos tradicionales rivales no cuenta cómo llega el equipo, sino la entrega de los jugadores en la cancha.
“En una ocasión, River nos llevaba 11 puntos de diferencia y le ganamos en la cancha del rival 0-1. Luego terminamos el campeonato logrando el título. Acá no hay favoritos, ambos tienen planteles muy buenos. Imagínate, están en el banco Carlos Tévez y Darío Benedetto, entre otros”.
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