El delantero de River Plate Lucas Pratto anotó un gol, participó de manera indirecta en otro y, a sus 30 años, tuvo la mejor participación en un superclásico como figura del vibrante empate (2-2) que el equipo ‘millonario’ rescató frente a Boca, en la inédita superfinal de la Copa Libertadores 2018.
El ‘Oso’ Pratto marcó el 1-1 parcial apenas minutos después del primer gol de Boca, cuando recibió un pase frontal de Gonzalo Martínez desde el centro de la cancha, le ganó al cierre de Carlos Izquierdoz y definió con un remate cruzado al segundo palo, que venció la estirada de Agustín Rossi.
Pratto intervino además en el segundo tanto, ya que forzó el cabezazo en contra de Carlos Izquierdoz, exigió todo el tiempo a la zaga auriazul, y fue generoso para acompañar al resto del equipo. “Hicimos un buen partido en lo grupal. Fuimos mejores que ellos en el primer tiempo, el segundo fue más parejo. Con más empuje pudimos empatarlo, ahora tenemos que definirlo en el Monumental, será un partido a matar o a morir”, destacó Pratto.
Reconoció también la actuación del arquero de Boca, Agustín Rossi, pero se lamentó porque River erró muchos goles en el primer tiempo. “Erramos muchos goles en el primer tiempo, pero también hubo virtud del arquero de ellos, que atajó tres o cuatro pelotas espectaculares. Nosotros nos vamos con un empate, ahora hay que seguir trabajando” en vistas a la revancha el 24 de noviembre, agregó.
Nacido en La Plata, a 60 kilómetros al sur de Buenos Aires, Pratto llegó a las divisiones juveniles de Boca por recomendación de Martín Palermo, el máximo artillero histórico del club xeneize, pero sin lugar en el primer equipo debió emigrar a pesar de mostrar buenas condiciones.
Alto y de físico generoso, Pratto jugó en los argentinos Tigre, Unión de Santa Fe y Vélez, el noruego Lyn Oslo, el chileno Universidad Católica, el italiano Genoa y los brasileños Atlético Mineiro y Sao Paulo.
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