Sin embargo, tal vez por exceso de variantes, la principal duda de Barros Schelotto para enfrentar el sábado a River Plate (16:00) en la final de ida de la Copa Libertadores 2018 está en el centro del ataque: Darío Benedetto o Ramón Ábila.
Desde que llegó a Boca, Benedetto se ganó el cariño de los hinchas a fuerza de goles y temperamento. En sus últimos 34 partidos en la Superliga, el delantero convirtió 30 goles, superando el comienzo en Boca del máximo goleador de la historia del club, Martín Palermo, y armando con Cristian Pavón una dupla que hacía recordar aquella exitosa delantera integrada por Palermo y Guillermo Barros Schelotto a fines de la década del 90.
Sin embargo, todo cambió el 19 de noviembre de 2017. Ante Racing y en La Bombonera, una mala caída le provocó a Benedetto la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y el estadio enmudeció de preocupación. La lesión, una de las más graves que puede sufrir un futbolista, lo alejó de las canchas por nueve meses y le quitó toda posibilidad de disputar el Mundial de Rusia con Argentina.
Los primeros partidos de ‘Wanchope’ Ábila con la camiseta de Boca no fueron tan fructíferos como los de Benedetto. Llegó al club con el aval del presidente del club, Daniel Angelici, y de Carlos Tevez, pero no parecía ser una prioridad para Barros Schelotto. Así como la lesión de Benedetto fue un golpe inesperado para el equipo, también significó una gran oportunidad para el exfutbolista de Huracán y Cruzeiro, que supo aprovecharla con goles y sorpresivas asistencias que le dieron a Boca triunfos en los últimos minutos de varios encuentros. /As.com
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