Mucho se habla del ego que tienen los delanteros de River. Se dice que David Trezeguet, Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez, no se pasan la pelota para intentar lucirse individualmente. Y si bien ayer es cierto que no pudieron encontrarse, fue más que nada por falta de ideas que por egoísmo. Igualmente, algo sí quedó claro y es que para Matías Almeyda, el campeón del mundo con Francia en 1998, es más importante que sus dos compañeros. Tanto así que cuando no se podía encontrar la llave para romper el cerrojo que Ferro propuso, el técnico sacó al Torito y al Chori y dejó al francoargentino en cancha, que finalmente le respondió de la mejor manera, ya que fue la figura de la cancha y marcó dos de los tres tantos del equipo.
En la primera mitad el tridente no funcionó y Trezeguet y Cavenaghi tuvieron una participación nula en el juego, porque la pelota nunca los encontró. Los pases no llegaban, pero no sólo por parte del Chori, ya que ninguno de sus compañeros podía encontrar a los goleadores millonarios. En esta etapa, Domínguez fue el que tuvo mayor participación, pero sólo apareció de a ratos y cuando tuvo la redonda en sus pies optó por volcar los pases hacia los costados, en lugar de intentar meter balones punzantes a los delanteros.
Todo quedaba por jugarse en el complemento, y a River se le hacía cada vez más difícil, por lo que Almeyda decidió meter mano en el equipo y demostró cuáles son sus preferencias. Trezeguet se mostraba fastidioso porque no entraba en juego y el Pelado decidió sacar al Chori y a Cavenaghi, por Aguirre y Rogelio Funes Mori, respectivamente.
Los cambios salieron redondos y los de Núñez terminaron goleando en un encuentro que pintaba complicadísimo. Trezeguet marcó el segundo desde el punto de penal, pero lo mejor que tenía para mostrar quedaba para el final. El broche de oro fue sobre el final. El delantero agarró una pelota en el vértice del área y la empalmó como los que saben. La redonda estaba a media altura y la impactó con su pie derecho pegándole desde arriba hacia abajo, para clavarla en un ángulo. Fue un gol que pocas veces se ve por estas latitudes.
Trezeguet jugó 378 minutos en la B Nacional y marcó 7 tantos, lo que significa uno cada 54 minutos. Los números son asombrosos y es por eso que Almeyda hoy en día lo tiene en la máxima consideración. Si tiene que salir uno, puede dejar la cancha Domínguez o Cavenaghi, pero parece que el ex Juventus de Italia, es inamovible. El Pelado lo fue llevando de a poco, ya que cuando llegó sufrió una molestia y comenzaba ingresando desde el banco. Con el correr de los partidos se ganó la titularidad y en los últimos dos encuentros jugó los 90 minutos. El atacante más importante de la Banda.
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