Como en los gloriosos tiempos, ya lejanos, de Sergio Martínez, la ovación “¡uruguayo, uruguayo!” tronó en la hinchada de Boca Juniors como reconocimiento a Santiago Silva, al que solo le faltaba anotar para poner punto final, en pleno comienzo de Semana Santa, a su via crucis sin goles.
Todo ocurrió en el estadio Ciudad de La Plata. El delantero (31) detuvo la cuenta que marcaba el reloj sin anotar en 729 minutos, cuando con un ‘latigazo’ venció la resistencia de Estudiantes y anotó el 1-0.
Silva, que fue el gran protagonista del mercado estival para Boca con su traspaso desde la Fiorentina italiana, parecía jugar bajo por sumar su noveno partido con la camiseta de Boca sin estremecer las redes.
‘El Pelado’ fue protagonista en las jugadas que terminaron en los otros dos goles, y de sus botas partió el pase para el tercero firmado por Pablo Mouche.
La historia de amor que comienza a escribir con la hincha de Boca tuvo el último jueves claros intercambios debido al desempeño del jugador en el partido de Copa Libertadores contra el Arsenal.
El uruguayo dejó de lado su oficio de ‘matador’ para interpretar el rol de pasador. Ante el retiro de Martín Palermo, el equipo xeneize está buscando un nuevo goleador e ídolo.
Y el uruguayo Santiago Silva camina con seguridad. Esta primera conquista, el punto final del via crucis en el Domingo de Ramos y las dos ovaciones en una semana parecen demostrar que Silva llegó para escribir con las botas, y hasta con la cabeza, su propia historia.
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