Boca Juniors quedó en la noche del domingo como único líder del Torneo Clausura y eso se debió a que rescató un empate 1-1 ante Belgrano en el Estadio Mario Alberto Kempes.
Belgrano ganó el parcial por el gol que convirtió el mediocampista Matías Giménez, a los 22 minutos. Boca empató a poco de comenzada la segunda parte y el autor de la conquista fue Walter Erviti.
El equipo de Julio Falcioni totaliza 21 puntos, por lo que tiene uno más que Newell's Old Boys, Tigre y Vélez Sarsfield. Por lo tanto, el conjunto rosarino, en el cierre de esta 11ª fecha, este lunes tendrá la chance de tomar el liderazgo inclusive en forma exclusiva, pero será visitante de Arsenal.
En cuanto a Belgrano, se está colocando a cinco puntos de la cúspide y se halla cada vez más consolidado en la categoría.
En el primer tiempo fue Boca el que tomó la iniciativa, mientras Belgrano se preparó para esperarlo con orden y dispuesto a emplear réplicas cada vez que se presentara una oportunidad.
El visitante fue justamente el que tuvo la primera ocasión para convertir y eso ocurrió porque Erviti, a la salida de un córner, disparó con potencia, pero Juan Carlos Olave respondió con idoneidad y sacó la pelota por arriba del travesaño.
De todos modos, el que gritó en ese primer período fue Belgrano, ya que Andrés Silvera hizo de pivot, César Mansanelli desbordó por la derecha y mandó un centro por abajo peligrosísimo, hubo un rebote, el Cuqui buscó su propio gol y tapó Agustín Orion, pero Giménez intervino para que festejara el pueblo celeste.
El único de los Piratas que se guardó el grito fue Giménez, quien inclusive luego, teniendo en cuenta su pasado xeneize, hizo el típico gesto de pedido de disculpas dirigido hacia la parcialidad visitante.
Ese tanto fue un tónico para los anfitriones, ya que pasaron a discutirle el balón más arriba a los auriazules, que decrecieron en su producción.
La segunda parte mostró desde el comienzo la reacción boquense y el 1-1 se concretó muy pronto.
Todo empezó en un anticipo perfecto de Rolando Schiavi en pleno campo de los cordobeses. El primer beneficiado con esa acción fue Juan Román Riquelme, quien dio una muestra de su lucidez y exquisita precisión para habilitar a Santiago Silva. Y el artillero uruguayo sintonizó de un modo ideal el mensaje del armador, a tal punto que con un toque maestro dejó a Erviti en condiciones de fusilar a Olave y eso fue lo que hizo el zurdo.
A partir del empate en el tanteador el juego también se volvió a equilibrar y el nudo fue demasiado riguroso para ambos bandos, por eso faltó alguien capaz de desatarlo.
Igual hubo algunos intentos que pudieron haber prosperado, como cuando cabeceó Silba con fuerza y puntería, abajo y a la derecha de Olave, pero la respuesta del arquero fue magnífica.
Belgrano merodeó dos penales en su favor, pero Federico Mancuello perdió la verticalidad cuando lo perseguía Franco Sosa y lo mismo ocurrió cuando era el colombiano Marco Pérez quien pretendía dejar atrás al ex marcador lateral de Gimnsia y Esgrima de Jujuy y el Racing Club.
Al final los dos se quedaron con un punto que no los colmó, pero tampoco les pareció poco.
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