El excelente andar de Boca Juniors en este 2015 y un camino errático de River Plate podrían cruzarse en los octavos de final de la Copa Libertadores, en una posibilidad que desvela a todo el fútbol argentino.
Boca Juniors, invicto en catorce presentaciones en este año, único líder del certamen doméstico y con puntuación ideal en su grupo de la Copa Libertadores, parece tener allanado su camino para ser el equipo de mejor coeficiente de los 32 que disputan la fase de grupos.
Con una plantilla extensa y valiosa que tiene a jugadores en gran nivel, el técnico Rodolfo Arruabarrena apuesta por la rotación para mantener a su equipo vigente en ambas competencias.
Dos porteros en forma como Agustín Orion y Guillermo Sara, una defensa con prestaciones convincentes como Marco Torsiglieri, Daniel ‘Cata’ Díaz, Nicolás Colazo, Leandro Marín, Fabián Monzón y Guillermo Burdisso son algunos argumentos del conjunto xeneize.
En el mediocampo el liderazgo de Fernando Gago y el uruguayo Nicolás Lodeiro, se complementa con las eficientes actuaciones de Cristian Erbes, Federico Carrizo, el chileno José Fuenzalida, Pablo Pérez y la joven promesa Andrés Cubas. En ofensiva el abanico de posibilidades es amplio entre Daniel Osvaldo, Jonathan Calleri, Juan Manuel Martínez, Andrés Chávez y los juveniles Sebastián Palacios y Cristian Pavón.
Tras un 2014 sin títulos, con conflictos internos y la dolorosa despedida del tercer ciclo de Carlos Bianchi, Boca Juniors transita por una actualidad prometedora.
En la vereda contraria, River Plate no consigue el funcionamiento óptimo y no encuentra el rumbo para repetir los logros pasados que incluyeron torneo local, Copa y Recopa Sudamericana.
Un dato que marca la actualidad del conjunto millonario es que en tan sólo 14 partidos disputados en 2015 ya recibió la misma cantidad de goles que en todo el último semestre de 2014. Las lesiones, los bajos rendimientos y cierta cuota de mala suerte llevan al conjunto que dirige Marcelo Gallardo a estar en una situación bastante complicada en el grupo 6 de la Copa Libertadores.
Con cuatro empates, River Plate no depende de sí mismo para acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores, y deberá vencer el próximo miércoles a San José y esperar que Juan Áurich no derrote a Tigres, en Chiclayo.
No obstante, de lograr el pasaporte a la siguiente fase del certamen continental, el conjunto millonario podría ser el peor de los clasificados en segundo lugar de sus respectivas zonas y tener que cruzarse con Boca Juniors, en dos superclásicos a todo o nada.
El antecedente es reciente porque en el semestre pasado, River Plate eliminó a Boca Juniors en semifinales de la Copa Sudamericana antes de su consagración ante Atlético Nacional de Medellín. No obstante, el conjunto xeneize tiene dos antecedentes de eliminación de su clásico rival en Copa Libertadores: en los cuartos de final de la edición 2000 y en las semifinales de 2004. Las posibilidades abiertas y certeras de un nuevo cruce superclásico por Copa Libertadores desvela a todo el fútbol argentino.
En este potencial duelo se enfrentarían dos equipos de actualidades bien distintas y que podría agregarle un nuevo capítulo a una rivalidad eterna que ya trasciende las fronteras.
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