domingo, 15 de febrero de 2015

Video Sarmiento de Junin 1 - River Plate 4



Con ráfagas, sin ser una máquina, pero con el peso específico de todas sus figuras, River goleó 4-1 a Sarmiento y comenzó el certamen con una sonrisa. Dos goles de Teo Gutiérrez, Carlos Sánchez y Cavenaghi, para el equipo de Gallardo. Héctor Cuevas, el descuento para el local.

En el comienzo, River la pasaba mal en Junín, Sarmiento imponía condiciones, presionaba bien arriba, lo hacía jugar su juego y le ensuciaba la salida por abajo. Es más, el partido se jugaba mucho más cerca de Barovero que de Rigamonti, pese a no contar con situaciones de gol claras.

Pero la jerarquía individual de los jugadores de River pudo más que la fortaleza colectiva que lograba hacer prevalecer el local. Y en ese escenario, hay un nombre por encima de todos: Gonzalo Martínez, el Pity. Un verdadero crack que aprovechó al máximo su chance de ser el organizador del fútbol del equipo de Marcelo Gallardo.

El ex hombre de Huracán flotó por el frente de ataque, entre enganche y mediapunta, alternando con Teo Gutiérrez, que también bajaba para pivotear y tocar. Pity quebró la cintura y quebró el resultado. Enganchó en la entrada al área, se sacó de encima la marca y lo invitó a Sánchez a hacer el 1-0. El uruguayo, que está dulce, convirtió su tercer tanto consecutivo con un derechazo letal.

El gol destruyó a Sarmiento. La fiesta que habían armado las 12 mil personas que coparon el Eva Perón se terminó con el grito de Sánchez. Y la ventaja soltó a River. Otra vez apareció el Pity y frotó la lámpara con un centro preciso para el cabezazo goleador de Cavenaghi. Olía a partido definido cuando recién se estaba diluyendo el primer tiempo.

Pero en la segunda etapa Nicolás Sánchez, el 10 de Sarmiento, demostró lo suyo. Con un toque bárbaro filtró la defensa de River y dejó a Héctor Cuevas de cara al gol. El delantero definió a un costado de Barovero, puso el 2-1 y, por unos minutos, le puso suspenso al trámite del partido.

Duró lo que tardó River en combinar tres pases seguidos en ataque. Ya con Pisculichi en la cancha, el ex Argentinos empezó a manejar los hilos, Rojas metió un roscazo bárbaro desde la izquierda al corazón del área, Cavenaghi cabeceó contra un palo, Rigamonti alcanzó a sacarla pero llegó Teo y la mandó a guardar. El colombiano, que no gritaba un gol desde octubre, sentenció la historia. Ya con el partido roto, otra vez Teo, tras un buen pase de Mora, decoró el resultado.

Lo ganó bien River. Por jerarquía individual, por la calidad del Pity Martínez y porque sus figuras aparecieron cuando el equipo más las necesitaba.

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