martes, 5 de julio de 2011

Hilario Navarro rompió el silencio y se mostró enojado con los dirigentes de Boca

El correntino Hilario Navarro rompió el silencio tras su frustrado pase a Boca Juniors y se mostró enojado con los dirigentes de la entidad de la Ribera, que resolvieron dar marcha atrás con la operación de manera sorpresiva cuando ya estaba resuelta.

El jugador se refirió al tema hoy en el marco de la vuelta al trabajo del plantel profesional de Independiente que no contó con la presencia del delantero Andrés Silvera.

"En un momento estaba todo okey y después se dio marcha atrás. Molesta", dijo al ser consultado sobre la frustrada operación.

En declaraciones radiales el arquero se mostró molesto acerca de la versión respecto de una presunta lesión de rodilla detectada durante la revisión medica a la que fue sometido.

"Me molesta que se hable de la rodilla, hay que manejar estas cosas mejor. Y me molesta que se hable de una lesión cuando ya habían dado el okey y empezaron a negociar. Eso es raro y molesta", se sinceró.

Más allá de las declaraciones de Navarro lo cierto es que no hubo acuerdo entre los integrantes de la Comisión Directiva de Boca al momento de cerrar una operación que el vicepresidente José Beraldi había anunciado como hecha.

Además, en la Ribera es un secreto a voces que el arquero no era del gusto del entrendor Julio César Falcioni quien había sugerido las contrataciones de Mariano Andujar o Sebastian Perata. "En un momento estaba todo okey con Boca y después se dio todo marcha atrás", lamentó.

De todas maneras, el jugador reconoció que sufrió una distensión muscular aunque aclaró que nunca tuvo problemas para jugar.

"Independiente me compró lesionado y jugué sin ningún problema, nunca tuve problema para jugar, esa otra mentira que se dijo. Tuve una distensión muscular que no tenía nada que ver con la rodilla", explicó.

En el plano estrictamente deportivo trascendió que el delantero Andrés Silvera no seguiría en el club como consecuencia de una deuda impositiva vinculada al contrato anterior del jugador que Independiente se niega a saldar.

El representante del delantero, Daniel Mandarino, calificó la medida como una falta de respeto por parte del presidente de la entidad, Julio Comparada, con quien había acordado la renovación del contrato por otra temporada.

Silvera, de 34 años, había arreglado su continuidad con los directivos, pero trascendió que el club no quiso hacerse cargo del porcentaje de los impuestos, por lo que el jugador decidió dejar de jugar para el Rojo.

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