River Plate venció ayer por 1-0 a Boca Juniors y se clasificó a la final de la decimotercera edición de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional colombiano, que el miércoles eliminó al Sao Paulo. Un gol de Leonardo Pisculichi a los 16 minutos fue suficiente para decidir una serie que una semana atrás comenzó con un empate sin goles en el estadio La Bombonera.
El River Plate tomó el triunfo también como una revancha diez años después de la eliminación que sufrió ante su más enconado rival en las semifinales de la Copa Libertadores. La clasificación fue dedicada por todos los jugadores a su entrenador, Marcelo Gallardo, afectado por el fallecimiento de su madre. El partido decisivo comenzó ayer con pura emoción porque en la primera jugada, un centro a los quince segundos sobre el área de River, terminó con una infracción de Ariel Rojas sobre Fernando Gago que derivó en un penalti sancionado por el árbitro Germán Delfino. Luego de varias discusiones y dos amonestados en el equipo local, el portero Marcelo Barovero se transformó en héroe al desviar el disparo de Emmanuel Gigliotti, que fue titular por la lesión de último momento de Andrés Chávez. En este clima intenso donde cada pelota se disputaba como si fuera la última, diez minutos después Federico Carrizo ensayó un disparo de media distancia que logró desviar Barovero y en la segunda instancia y con el arco a su disposición Gigliotti punteó una pelota que se fue apenas desviada. River Plate no se dejó amedrentar por estas opciones desperdiciadas por Boca y replicó con intensidad.
River tuvo la oportunidad de aumentar la diferencia con una aparición del colombiano Teófilo Gutiérrez que contuvo Orión.
Cuando el árbitro Germán Delfino marcó el final primer tiempo hubo un remanso en un eléctrico primer tiempo que finalizó con la ventaja para el local.
En el comienzo del segundo tiempo apareció en su esplendor el goleador y máxima figura del local, Teófilo Gutiérrez.
El oriundo de Barranquilla dispuso de cinco oportunidades para ampliar el marcador en los primeros veinte minutos, que no se transformaron en el segundo tanto millonario por la falta de precisión de Teo y las oportunas intervenciones de Orión. En los últimos minutos Boca fue a buscar el empate con mucha actitud pero sin generar mucho peligro al rival. River administró los recursos y se aseguró la clasificación.
EFE
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