Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro terminaron 1-1 en La Bombonera un clásico intenso, con imperfecciones, pero siempre vibrante, en el que el equipo local fue más ambicioso, particularmente en el último tramo, y merodeó la victoria, pero debió conformarse con el empate final.
A Boca le costó hilvanar juego en ataque, Juan Román Riquelme no encontró quién sintonizara en su misma frecuencia, pero su mérito fue la insistencia, aunque sus fallas defensivas por momentos lo dejaron expuesto.
San Lorenzo, con un Jonathan Bottinelli impecable en el fondo y la vocación para pelear en todo el terreno, tuvo poco juego en ataque, y en algunos pasajes, en especial en la etapa final, pareció perder el control de la situación, pero se sostuvo y llegó a un resultado que no lo disgustó en absoluto.
Boca comenzó teniendo mejor control de pelota que el rival, pero le costó encontrar profundidad y empezó a quedar expuesto a algunos contraataques.
El primer remate franco le correspondió a Bottinelli, a los 10 minutos, y fue débil a las manos de Agustín Orion, después de un córner.
Pasados los 15 minutos, el partido se equilibrió en cuanto a la posesión del balón, se hizo muy luchado en el medio, pero con muy pocas aproximaciones a las áreas.
A los 27, Boca tuvo la oportunidad de tiro libre, pero el remate de Riquelme se fue cerca del ángulo superior izquierdo de Pablo Migliore.
Dos minutos más tarde, y por la misma vía, después de una grave falla de Leandro Somoza, el correntino Gabriel Méndez aprovechó la chance y con un impecable zurdazo, que pasó por arriba de la barrera, puso el 1-0 a pesar de la estirada sin efecto de Orion.
Boca trató de adueñarse del juego, pero San Lorenzo no se lo permitió y la única aproximación del local fue un cabezazo de Matías Caruzzo desviado, después de un córner de Riquelme, a los 40.
Ya sobre la hora, ante un tiro libre de Méndez, San Lorenzo ganó por tercera vez de arriba en el área rival, y un cabezazo de Emanuel Gigliotti fue contenido por Orion.
Boca salió al segundo período dispuesto a persistir en la ofensiva, sumar jugadores en la mitad de la cancha y acorralar a su adversario. Así fue como llegó al empate a los 7 minutos, en una acción en la que Clemente Rodríguez envió un centro desde la izquierda, cabeceó Lucas Viatri y Darío Cvitanich a su lado, también de cabeza, venció a Migliore.
Dentro de las imprecisiones que fueron la característica dominante del clásico, Boca demostró mucha mayor vocación de ataque y sumó unas cuantas aproximaciones como para llegar al desnivel.
Por ejemplo, a los 25, un remate de Riquelme desde la izquierda exigió una buena respuesta de Migliore y, a los 37, el arquero de San Lorenzo prácticamente se encontró con el balón, tras un disparo del ingresado Pablo Mouche de corta distancia.
Sin embargo, la chance más concreta ocurrió a lo 38, cuando Mouche tocó débil ante una mala salida de Migliore y el arquero salvó en la raya volviendo de sus pasos.
Inmediatamente, la arremetida de Viatri fue neutralizada por José Luis Palomino al lado de su arquero.
En definitiva, fue un partido tal vez no bien jugado, pero si con las suficientes emociones como para dejar satisfecho al espectador neutral, aunque para Boca el punto tuvo sabor a poco, mientras que a San Lorenzo le cayó mejor.
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