La Revolución River tuvo anoche su segundo capítulo, esta vez con la Cordillera de testigo. Unos quince mil hinchas se aferraron a la concesión de Daniel Vila, el presidente de Independiente Rivadavia, quien permitió el ingreso de hinchas neutrales pese a la prohibición para que los visitantes vayan en el Ascenso. Y armaron una fiesta de las grandes, con cantos, con alegría, con pasión e incluso con muchísimas camisetas y media docena de banderas pequeñas en una de las cabeceras del Malvinas Argentinas. La aparición de esos colores blancos y rojos también resultó una infracción a las reglas : la policía había advertido que no dejaría entrar a hinchas vestidos con los colores de River. Evidentemente, o los controles no fueron lo suficientemente rigurosos o hicieron la vista gorda ante tanto desborde popular.
Los hinchas de River agotaron las doce mil entradas que se vendieron para la cabecera visitante, denominada Platea Norte por Vila, quien aprovechó para cobrar 45 pesos por cada ticket cuando las populares salen 30 pesos. Y hubo otros tres mil en las plateas. Así, de los poco más de 30 mil que hubo en el estadio, 15 mil fueron de River.
La cabecera se terminó de llenar a los 24 del primer tiempo, cuando ingresó la barra brava. Al grito del clásico “ Llegan Los Borrachos del Tablón, llegó la hinchada, esa hinchada que grita y alienta sin parar, vamos River, vamos a ganar ”, unos 250 hinchas coparon el centro de la popular. A ellos, una minoría si se compara con el aluvión riverplatense que conmocionó Mendoza, se les sumaron cientos de hinchas locales y muchísimos que llegaron desde Buenos Aires. Desde Capital Federal viajaron 24 micros, quince combis y decenas de autos.
El primer partido de River como visitante en la B Nacional generó tanto revuelo y tanta polémica por la decisión de Vila de darles vía libre a los hinchas millonarios , que el martes en la AFA habrá una reunión que puede resultar clave para el futuro de la categoría. Ocurre que el Comité Ejecutivo de la AFA tratará la posibilidad de que se habilite la vuelta de los visitantes.
Eso sí: el próximo partido, ante Desamparados de San Juan, seguramente será sin público, pese a que River avisó que lo jugará en el Monumental y con su gente debido a que -aseguran sus dirigentes- el Comité de Seguridad no avisó oficialmente de la suspensión de cinco partidos que le aplicó al estadio de Núñez, dos sin público y tres con gente. Se supone que esa notificación llegará el martes al Monumental y en ese caso les quedará una sola carta a los dirigentes: apelar la medida. Pero como parece difícil que prospere, lo más probable es que el próximo partido sea en la cancha de Huracán y sin ese calor popular que anoche se hizo sentir tanto.
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