martes, 3 de julio de 2012

D. Trezeguet, fue el héroe



El delantero franco-argentino David Trezeguet, campeón del mundo con Francia en 1998, resurgió al borde de los 35 años para cumplir un nuevo desafío y devolver a River Plate, el club de sus afectos, a la primera división del fútbol argentino.
Con los dos goles que anotó en la última fecha para el triunfo sobre Almirante Brown (2-0) y a despecho de un penal que le atajaron, Trezeguet terminó por consolidar el romance con los hinchas de River, club al que se sumó en enero para ayudarlo en la misión de volver a la máxima categoría, luego de protagonizar un histórico descenso en junio de 2011.
Llegado desde Baniyas, de Emiratos Árabes Unidos, donde apenas jugó un puñado de encuentros, Trezeguet se encargó de aventar las dudas sobre su declive con 13 goles en seis meses de acción, la mayoría de ellos decisivos para la aventura del club de la banda roja en su paso por la Primera Nacional B.
Humilde y trabajador, el artillero soportó un comienzo en el que debía adaptar su físico a la competencia y, a pesar de sus enormes pergaminos, no tuvo problemas en aceptar ser un suplente más, hasta que supo aprovechar su oportunidad y, en poco tiempo, se convirtió en un jugador imprescindible en la estructura de River.
A tanto llegó su amor por el club de la banda roja que no dudó en catalogar el primer gol anotado ante Almirante Brown como uno de los más trascendentes de su carrera, incluso por encima del que le dio el título a Francia en la Eurocopa 2000.

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