jueves, 5 de julio de 2012

Boca se quedó sin la copa, sin Riquelme y ¿sin Falcioni?

Boca cayó derrotado en forma merecida ante Corinthians, por 2 a 0, su décima final de Copa Libertadores y luego de terminado el partido perdió también a su ídolo, referente y capitán, Juan Román Riquelme, a quien le quedaba por cumplir un año y medio más de contrato.
Pero el mal juego del equipo, la pesadilla que fue para los defensores Emerson y la falta de respuesta táctica ante el planteo del campeón invicto, quedó a un lado con la noticia del alejamiento de uno de los mejores jugadores de su rica historia.
Ahora la pregunta que se hace el mundo Boca y dependiendo de la reacción de los hinchas y de los resultados, es si el ciclo de Julio Falcioni como entrenador será hasta diciembre, cuando finalice su vínculo, o él también dará un paso al costado en poco tiempo como culminación de su mala relación con "el diez", y con Rolando Schiavi, Lucas Viatri y otros referentes del plantel.
Y a su vez, el desgaste que ello puede traer entre los simpatizantes y los dirigentes.
Ayer, en el mediodía de San Pablo y a 9 horas de la final, Daniel Angelici y Riquelme se juntaron en una habitación del tercer piso del hotel donde se alojaban y cuando nadie lo pensaba, más allá del twitter del hermano de Román anunciando que algo importante ocurriría, el símbolo futbolístico de Boca le dijo al dirigente que daba un paso al costado y no tenía ganas de seguir en el club.
Casualmente, 24 horas antes en el mismo piso, el presidente "xeneize" se reunía con el técnico y le preguntaba si iba a seguir hasta diciembre y Falcioni le contestaba que más allá del resultado en el Pacaembú iba a continuar.
Esa respuesta afirmativa y la pauta de trabajo que plasmaron ambos en esa charla hizo que Román adelantara los tiempos para tomar su decisión, que fue comunicada a minutos de que los hinchas de Boca recibieran el golpe de la derrota y sumaran un nuevo dolor.
La relación entre Falcioni y Riquelme nunca fue buena, a ambos los separan diferentes maneras de ver el trabajo de la semana y fundamentalmente de entender el juego, desde aquella famosa frase del jugador: "Falcioni me hizo dar vueltas a la cancha como un boludo y no me puso ante All Boys" hasta el presente.
En el medio quedó el entredicho en el vestuario después del primer partido que Boca disputó por la Copa en Barinas, ante el Zamora de Venezuela, y que fue el segundo capítulo determinante de la novela que terminó en los pasillos del Pacaembú.
Durante este tiempo, Riquelme marcaba el territorio con sus declaraciones y el entrenador contestaba con hechos: "Viatri tiene que ser anotado en la Copa en cuartos de final o Clemente es el mejor de todos" eran frases "Riquelmianas" de apoyo a sus amigos.
Mientras, Falcioni ponía pocos minutos al delantero -anoche lo puso faltando diez y Viatri reaccionó tirando su buzo al piso- y optó por Darío Cvitanich, que se volvió al Ajax, mientras que por otro lado hacía crecer en el puesto de marcador de punta al promisorio juvenil Juan Sánchez Miño
Luego se agregó al entuerto Rolando Schiavi, el segundo más querido por la gente de Boca, a quien le venció su contrato el 30 de junio y que desde hace dos meses solamente habla lo necesario con el técnico y es muy difícil que continúe, ya que Falcioni le dijo a Angelici que si se quedaba no le aseguraba la titularidad.
"He hablado con el equipo, con el presidente, les comuniqué que no voy a continuar y que amo este club. Voy a estar agradecido por siempre. Pero el compromiso que tengo es grande, me siento vacío y no tengo más nada para darle", explicó Riquelme en la madrugada.
y agregó: "es una decisión mía" para intentar aclarar que no había factores externos que influyeron en su decisión y así contrarrestar los rumores de que le habría dicho a Angelici la frase: "Falcioni o yo".
"Si mi hijo me lo pide, jugaré un tiempo más, pero acá no puedo, no a la mitad. Quiero mucho a los hinchas de Boca, nací bostero y viviré bostero", contó con lágrimas en los ojos, el hombre por lo cual los hinchas de Boca están en Twitter organizando una marcha de apoyo para el próximo martes en La Bombonera.
Minutos antes, en la sala de conferencias, Falcioni felicitó al Corinthians y a sus jugadores por el esfuerzo de haber llegado a la final de la Copa y se despidió rápidamente para evitar las pregunta diciendo: "el próximo entrenamiento es el 16 de julio, a las 10".
Al llegar a Ezeiza, Angelici, el tercer actor de esta historia, dijo que ojalá que Riquelme revierta su decisión: "El dijo que quiere terminar su carrera en Boca y esperemos que así sea" agregó el dirigente, que cuando era tesorero en la anterior gestión renunció por no haber aceptado el contrato que Jorge Ameal había hecho con el jugador por cuatro años.
La historia dirá que la final más esperada por Boca de los últimos cinco años la jugó sin su marcador de punta titular -Facundo Roncaglia-, por no arreglar su continuidad y que viajó porque Riquelme pidió por él a los directivos, y con tres jugadores -Sebastián Sosa, Schiavi y Cvitanich-, quienes sabían que no continuarían en la institución.
Eso, sumado a que Angelici sabía desde el mediodía que su mejor jugador no seguía, agregaba más condimentos para enfrentar un partido clave en desventaja anímica.
Llega la semana de vacaciones, Falcioni está viajando a Cancún, Riquelme a un lugar no revelado, mientras la dirigencia de Boca tratará de armar un nuevo tablero con jugadores que vuelven de sus préstamos en otros clubes, lista de refuerzos que dio el técnico y, lo más importante, cómo actuar ante la reacción de los hinchas por la ida de su ídolo y cómo afectará al resto del plantel.

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