En El Campín cayó 10. Cardona marcó el único gol de penal, tras una mano infantil de Blandi. Falcioni armó un equipo con ma yoría de juveniles y mereció empatar. Ahora viaja a Venezuela para disputar un cuadrangular.
No hay razones para inquietarse por la derrota. A fin de cuentas, el Torneo de Verano no es la Libertadores ni la Copa Argentina. Y si se puede rescatar algo de estos noventa minutos que terminaron en caída ante Santa Fe, es la frescura que aportaron los pibes. Desde el arquerito Vicentini, que se encontró con el arco por el golpe y porrazo que recibió D'Angelo, hasta Gaona Lugo, picante en el primer tiempo, y Ricardo Noir, una flecha en el se gundo. También, Guillermo Fernández, hábil volante. No mereció perder este baby Boca, reforzado con Caruzzo, Cellay y Rivero. Pero Camilo Vargas, el número uno del campeón colombiano, iluminó con sus atajadas la noche de Bogotá. Y cuando salió, el arquero suplente Leyton hizo lo mismo. En ataque Falcioni les reclama a los dirigentes que incorporen un delantero, por las idas de Mouche, Cvitanich y Araujo. Y ahí, anoche, encontró los puntos más positivos: Gaona Lugo primero y Noir después supieron desequilibrar. Gaona Lugo impuso esa velocidad que lo distinguió en aquella aparición electrizante interrumpida por la fractura de tibia por estrés.
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