Boca Juniors logró como visitante de Lanús un valioso triunfo por 2-1 que lo coloca como único puntero del Torneo Apertura y lo afirma en sus posibilidades.
Sin ser lucido, el trabajo del equipo de Julio Falcioni fue sólido, dio muestras de una gran solidaridad entre todos sus hombres, jugó de la manera que le convenía, contó con una defensa sumamente aguerrida y con la conducción de Juan Román Riquelme terminó por plasmar una victoria indiscutible.
Lanús estuvo lejos de su mejor rendimiento, le costó asimilar el tempranero gol de Boca y, aunque consiguió la igualdad parcial en el arranque mismo del segundo período, nunca halló la manera de llegar con claridad y penetración, además de evidenciar extraños desacoples defensivos.
En su primer ataque a fondo, a los 4 minutos, Boca movió la pelota de izquierda a derecha y apareció solo Darío Cvitanich, pero salvó Agustín Marchesín cediendo un córner.
De ese tiro de esquina, ejecutado por Walter Erviti desde la derecha, la pelota se desvió y por el segundo palo apareció Lucas Viatri para conectar de media vuelta y establecer el 1-0.
La diferencia le dio tranquilidad a Boca, que a lo largo del juego se mostró más seguro, mientras que Lanús dio muestras de seguridad en el fondo, pero nunca se pudo armar con prolijidad en ataque. La única situación de cierto riesgo contra Agustín Orion ocurrió a los 15 minutos, en una jugada en la que Silvio Romero se anticipó a Juan Manuel Insaurralde y remató desviado.
Boca pareció sentirse cómodo esperando y contraatacó pocas veces, pero contó con un remate cruzado y alto de Diego Rivero a los
18, y con otra oportunidad neta sobre los 43, en una jugada en la que Pablo Mouche, habilitado por Riquelme, apareció por derecha como para definir, pero tocó al medio para el diez y la acción derivó en un córner.
Iba apenas un minuto del complemento cuando Luciano Balbi, de lo lo mejor en el conjunto local, llegó al fondo de la cancha y mandó un centro bajo que Juan Manuel insaurralde en un cierre apresurado transformó en gol en contra.
Parecía ser el momento de Lanús en el partido, porque ganó confianza y se adelantó en el terreno, pero siguió sin poder elaborar ningún ataque ordenado y permitió que Boca se reacomodara.
A los 16 minutos, Leandro Somoza envió un centro largo desde la derecha y Erviti, descuidado por los defensores, metió un cabezazo abajo al palo derecho de Marchesín para volver a poner a Boca en ventaja.
Después el Xeneize manejó la situación casi sin inconvenientes, dada la impotencia de su adversario.
En realidad, durante la última media hora las únicas llegadas profundas correspondieron a Boca, como un remate de Viatri alto a los 28, después de una pifia de Diego Braghieri; otro de Rivero también por encima del horizontal, a los 34, y otro de Mouche que salvó Marchesín cediendo córner, a los 40, después de una jugada bien armada por Riquelme.
Boca se quedó con tres puntos clave, dejó atrás a uno de los equipos que surgía como candidato natural para pelearle el título y va definiendo un perfil de equipo confiable y seguro de lo que hace.
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