Ramón 'Wanchope' Ábila (57) y Eduardo Salvio (90+4) anotaron los goles para el triunfo del equipo xeneize, que se adjudicó la serie con dos triunfos y un global de 3-0, ya que también había ganado el encuentro de ida jugado la semana pasada en Curitiba por 1-0.
En los cuartos de final, Boca se enfrentará con el ecuatoriano Liga de Quito, que en su respectiva llave de octavos eliminó a Olimpia de Paraguay.
El encuentro ante el Paranaense marcó también la despedida de Boca del volante de la selección uruguaya Nahitan Nandez, que en los próximos días emigrará al Cagliari italiano.
De a poco
Más allá del triunfo conseguido como visitante, a Boca no se lo vio cómodo en el comienzo, algo cauteloso ante un Paranaense que se mostraba tranquilo, a pesar de tener la obligación de ganar para dar vuelta la serie.
De todos modos, el visitante preocupaba cada vez que se acercaba al área local, favorecido además por cierta inseguridad y ansiedad que mostraba Boca, que se cargó pronto de amonestaciones con las amarillas para Weigandt y Nandez.
Nikao probó desde fuera del área en un par de ocasiones, primero con un zurdazo alto y luego con un tiro libre cercano al poste izquierdo de Andrada, pero fue Boca el que estuvo más cerca de anotar, con un remate de Capaldo que Santos desvió con lo justo, y luego con una asistencia de Ábila para Nandez, que remató sin arquero, pero Henrique salvó en la línea.
En los últimos minutos de la primera parte se vio lo mejor del local, que arrinconó contra su área al Paranaense, en un tiro de esquine que Henrique despejó en la línea ante un rebote empujado por Mas, luego con un tiro libre de Zárate que Ábila definió mal, cuando estaba solo frente a Santos, luego con una buena tapada del arquero ante un frentazo de Mac Allister.
Se abre el arco
No varió mucho el desarrollo en el comienzo del segundo período, con un Boca lanzado al ataque, con la misión de liquidar la serie de una buena vez, al mismo tiempo que el Furacao veía cada vez más lejos el área xeneize, cada vez más desconectado entre líneas y dependiente de Rony, el único que se mostraba capaz de construir algo más allá de la mitad de la cancha.
La insistencia de Boca encontró su premio a los 57 minutos, en un saque largo de Andrada que el charrúa Nandez peinó ligeramente para Ábila, que se abrió paso por la derecha, le ganó al cierre de un defensor y fusiló a Santos con un derechazo incontenible, al primer palo.
El gol tranquilizó definitivamente a Boca, que ahí sí se sintió a sus anchas, frente a un adversario que intentó contestar con un zurdazo de Marco Ruben que salvó Andrada con un manotazo, en su única llegada clara de toda la noche.
Por el contrario, Boca tuvo ocasiones para sacar más distancia, en un final sin apremios, con el desarrollo controlado y ante un Paranaense rendido a su suerte y falto de reacción ante la adversidad, en una serie que se le había complicado ya desde aquella derrota en Curitiba.
"Sabíamos que el partido iba a ser duro, pero el equipo estuvo sólido, le metimos intensidad, supimos jugarlo", destacó Ábila, la figura de la noche a partir del gol y un par de buenas asistencias en ataque, además de la tarea de batallar en todo momento contra los centrales brasileños.
Con todo sentenciado, la frutilla del postre llegó en tiempo de descuento con el segundo tanto, que anotó 'Toto' Salvio con un remate rasante al primer palo, que le dobló las manos a Santos y terminó por sentenciar una eliminatoria que encontró un claro vencedor en el equipo azul y oro, nuevamente dentro de los ocho mejores de la Copa que es su obsesión.
