En el Minella, los de Arruabarrena se quedaron con el triunfo por 1-0 con un gol del pibe Cristaldo y cortaron con los ocho partidos que llevaban los de Gallardo sin perder en el Superclásico. Fueron expulsados Cubas, Vangioni y Maidana; y Pavón salió lesionado.
Todas las rachas se terminan tarde o temprano. Y en el primer Superclásico del año, Boca venció 1-0 a River y terminó con la seguidilla de partidos invicto del equipo de Marcelo Gallardo en los clásicos: eran ocho entre los del verano de 2014, el torneo local y los cruces por la Sudamericana. Franco Crsitaldo anotó el único gol en Mar del Plata y ahora Boca piensa en el duelo ante Vélez.
Para River, se trataba revalidar lo hecho en 2014 y estirar la racha de ocho partidos sin derrotas ante el clásico rival. Para Boca, empezar a cambiar la cara y arrancar un 2015, que será clave en lo institucional, con el pie derecho. Pero mientras Gallardo puso lo mejor que tenía para que la puesta a punto sea la mejor, Rodolfo Arruabarrena tenía la lupa puesta en el desempate del 28 ante Vélez, para entrar directo a la Libertadores.
River salió a la cancha del José María Minella de Mar del Plata con Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Matías Kranevitter, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi; Rodrigo Mora y Teo Gutiérrez.
Boca pisó el césped con un muletto: Guillermo Sara; José Pedro Fuenzalida, Claudio Pérez, Guillermo Burdisso, Nicolás Colazo; Pablo Pérez, Andrés Cubas, Franco Cristaldo; Cristian Pavón, Emmanuel Gigliotti y Federico Carrizo.
El partido empezó con mucha intensidad. Boca fue el que tomó la iniciativa y se plantó a jugar en campo rival. Con mucha presión y dinámica. Sin embargo el que llegó primero con real peligro fue River: a los 5, Teo manejó una contra por la derecha y buscó a Mora en el área, pero apareció justo Chiqui Pérez para despejar y darle tranquilidad a los de Arruabarrena.
Enseguida, Gigliotti se tiró feo a los pies de Barovero y vio la amarilla en la mano del árbitro Néstor Pitana (la primera de un partido áspero). Y a los 14, Pisculichi quedó mano a mano, pero definió mal ante Sara y desaprovechó una jugada clara. Pérez dejó viva una pelota que dominó Teo Gutiérrez y tocó entre líneas para el zurdo, que se filtró en el área. El arquero salió rápido y Piscu definió débil.
River lo perdonó y Boca pegó primero. A los 17, el pibe Franco Cristaldo puso el 1-0. Fuenzalida armó una pared por la derecha con Pavón y envió el centro pasado. Carrizo -en posición adelantada- recibió por el segundo palo y tocó atrás para la entrada de Pablo Pérez, que cedió al medio para Cristaldo: control y derechazo cruzado, para quebrar a Barovero (arañó la pelota, pero no pudo desviar el disparo) e instalar la apertura del marcador.
Después, golpes y accidentes. Vio la amarilla Cubas y también Chiqui Pérez (Cristaldo había sido amonestado por sacarse la camiseta en el festejo); y por el lado de River Vangioni (por un duro golpe a Pavón, que tuvo que dejar la cancha) y Maidana vieron la amarilla. El Superclásico tomaba temperatura. Mercado le pegó un codazo a Burdisso en el área y le provocó un corte. Generó polémica, pero para Pitana no hubo penal. Y Arruabarrena tuvo que quemar un cambio: Guido Vadalá por Pavón. Sobre el cierre del primer tiempo River fue por el empate, pero no pudo llegar con claridad hasta el arco de Sara. Lo más peligroso era la pelota parada de Pisculichi y los centros que caían al área. El último del primer tiempo pegó en la barrera y Boca se fue aliviado y en ventaja al vestuario.
En el segundo tiempo, Boca bajó la intensidad y River aprovechó para presionar por el empate. Gallardo mandó un mensaje claro a los 5: Gonzalo Martínez por Mercado. A los 8, Pisculichi envió un nuevo centro al área desde una pelota parada, Mora cabeceó al gol pero Pitana lo anuló porque el línea Hernán Maidana lo vio en posición adelantada.
Pity Martínez entró bien y a fuerza de gambetas empezó a desacomodar a la defensa de Boca. A los 14, Cubas lo bajó y se fue expulsado. Cambiaba el partido. Boca se defendía y buscaba salir de contra, y era River el que tenía la pelota y la obligación de atacar.
Casi en ningún momento del segundo tiempo el campeón de la Copa Sudamericana logró inquietar al muletto de Boca. Apenas con centros de Pisculichi. River cayó en un pozo, sin ideas y ante un Boca que estuvo firme apoyado en su dupla de centrales. Burdisso y Pérez cumplieron con uno de sus mejores partidos en el club. A los 25, Cavenaghi saltó a la cancha en lugar de Mora. Pero enseguida Vangioni vio la segunda amarilla y la roja por una falta sobre Gigliotti y ahí River bajó los brazos.
Diez contra diez otra vez Boca fue mejor. Aunque sobre el final Cavenaghi tuvo el empate con un zurdazo cruzado que tapó Sara, Boca pudo haber aumentado el marcador de contra. Dos veces Carrizo y dos veces Cristaldo -solo- la terminó mal por derecha. En la primera definió desviado y en la segunda le quiso dar el pase a Gigliotti pero se tropezó. Para el cierre quedó el codazo de Maidana sobre el Puma y River terminó con nueve jugadores.
Boca pegó un grito de desahogo en Mar del Plata: terminó con la racha de River, pudo volver a festejar en un Superclásico y llega de la mejor manera para el duelo ante Vélez, por un lugar en la fase de grupos de la Libertadores.
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