domingo, 3 de febrero de 2013
Video River Plate 2 - Boca Juniors 1
El último super clásico de verano fue para River. El 2-1 sobre Boca coronó al Millonario. Y lo hizo en un Estadio Mario Kempes colmado.
Fue una noche de fiesta. Las 50 mil personas le dieron un marco impresionante al coliseo del fútbol cordobés y vieron festejar al equipo que dirige el riojano Ramón Díaz.
A principios de enero, Carlos Bianchi había dicho que jugar tres superclásicos en pocos días era una estupidez, pero menos mal que el tercero se jugó. Sin dudas que el disputado en Córdoba fue el mejor de los choques entre los clásicos rivales del fútbol argentino.
Por empezar, ayudado por la capacidad del estadio, fue éste el de más convocatoria, muy por encima del de Mar del Plata (ganó River 2-0) y el de Mendoza (festejó Boca por penales). Pero además, el superclásico de anoche tuvo emoción por la alternancia en el dominio del marcador y porque los hinchas de ambos equipos se deleitaron con sus ídolos en un buen nivel.
Había que ver a los hinchas de Boca disfrutar de la habilidad del “Burrito” Martínez, su nueva figura. Y los de River cada vez más enamorados del juego del uruguayo Rodrigo Mora.
Fue otro mimado por los xeneizes Walter Erviti el que puso el 1-0 y llenó de alegría a la popular Artime y la platea Gasparini, vestida de azul y oro. Y Mora, el del los mil amagues, puso el 1-1 que levantó a la otra mitad del estadio.
Los entrenadores, “el Pelado” y “el Virrey”, dos próceres vivientes de cada club, fueron testigos de los cánticos de las respectivas hinchadas que sueñan con volver a dar vueltas olímpicas. El riojano le dio el gusto a sus fieles cuando le dio el gusto de ver en acción a quien a Leonardo Ponzio, otro que levantaba ovaciones desde el banco de suplentes.
Entre tantas figuras reconocidas, un lugar importantísimo lo ocupó David Trezeguet que goza de un cariño impresionante entre los hinchas de Núñez. Aún fuera de su mejor forma física, como él mismo reconoció, el francés demostró que su talento está intacto. Es un placer verlo jugar. Cuando corre parece flotar por la cancha y siempre está adelantado a la jugada un segundo sobre el resto. Precisamente “Treze” fue el que definió el superclásico al convertir el gol del triunfo.
A una semana del comienzo del Torneo Final, el Xeneize llegará con algunas dudas en cuanto a su funcionamiento, aunque lejos de atravesar una crisis, ya que Bianchi tiene espaldas anchas por demás. El millonario, en cambio, llegará al duelo con Belgrano con la fortaleza anímica (gran mérito de Ramón Díaz) y de saber que en el mismo escenario de anoche se coronó como el mejor de los superclásicos de verano.
Historial
Manda River. Córdoba le cae bien a los de Núñez. El de ayer fue el octavo clásico disputado en esta capital y los millonarios ganaron la mitad de ellos, además de sumar dos empates y sólo dos caídas.
Ramón Díaz. El DT de River ganó los tres clásicos que dirigió contra Boca en Córdoba. “El Pelado” había estado en el banco en los triunfos de 3-0 de 2000 y también en el 1-0 de 2002, cuando chocaron por última vez en el Chateau. En el primero de ellos, además, se había dado el gusto de golear al equipo que, como anoche, dirigía Carlos Bianchi.
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