Sebastián Villa y Juan Ramírez convirtieron los goles para el Xeneize, que mostró una versión mejorada y buscará un lugar en la final frente a Racing. El Halcón, en cambio, fue una sombra de su mejor perfil.
Boca Juniors parece levantar su nivel en el momento más oportuno. El equipo que dirige Sebastián Battaglia le ganó con comodidad 2-0 a Defensa y Justicia y accedió a las semifinales de la Copa de la Liga Profesional. Sebastián Villa y el ingresado Juan Ramírez convirtieron para el Xeneize en una Bombonera que disfrutó la cuarta victoria en fila y palpitó con fervor el duelo del sábado ante Racing en Lanús por un lugar en la definición del certamen.
El club auriazul dispuso presionar a partir de la mitad de campo y salir rápido con sus velocistas cada vez que tuvo oportunidad. Pero no desdeñó elaborar con Romero y Pol Fernández más el pasaje de los laterales cuando debió construir desde el fondo. Defensa, en tanto, puso a Merentiel sobre Varela para obturar el pase limpio. Y también apostó a recuperar alto para acortar los tiempos en el camino hasta Rossi.
No obstante, las primeras chances claras fueron del dueño de casa. A los 3 minutos, Salvio probó la resistencia de Unsain. Y a los 4′, tras un centro de Villa, Zambrano cabeceó al palo. El local manejó más la pelota, pero con el correr del desarrollo el Halcón se fue sintiendo más cómodo, olfateando los espacios, sobre todo a espaldas de Fabra y Advíncula. Y con Bou suelto.
A los 31′ llegó la primera gran polémica del partido: Villa desbordó por izquierda, lanzó el centro atrás, y Pol Fernández tocó al gol. La Bombonera lo celebró, pero el VAR a cargo de Héctor Paletta llamó a Andrés Merlos a revisar la acción. Y las imágenes ratificaron que hubo falta del colombiano en el inicio de la jugada. En consecuencia, el juez anuló y amonestó al delantero.
Hasta que Boca pudo hacer correr a Villa y sacó ventaja. A los 40 minutos, picó a espaldas de Tripicchio y el atacante, de frente, consiguió lastimar. Se metió en el área, enganchó, y definió al primer palo para convertir el 1-0.
En el inicio del segundo tiempo el dominio de Boca se agudizó. Con Varela bien platando como eje y el equipo completo comprometido en la recuperación del balón, se deglutió a un Defensa sin la frescura ni la intensidad de sus mejores épocas. ¿Pagó tributo a enfrentar una agenda ajustada con un plantel corto? Lo concreto es que a los 11 minutos casi amplía la diferencia, con el centro de Salvio y la arremetida fallida de Pol Fernández, casi con el arco a su merced.
Beccacece buscó una reacción con piernas frescas. Los ingresos de Gabriel Alanís y Hugo Fernández le dieron algo más de vivacidad y empuje a los de Florencio Varela. Pero fue insuficiente. Porque cuando el local juntó pases con calma y seguridad, aplicó el segundo golpe. Fue a los 32 minutos, cuando tras un toqueteo extenso Oscar Romero lanzó un pase a la carrera de Juan Ramírez, quien definió cruzado.
Ese gol cerró definitivamente el partido. Boca se dedicó a controlar el pleito hasta el final, saboreando los cuatro triunfos consecutivos sin goles en contra y el nivel en ascenso, justo en la recta final del torneo doméstico y con los duelos ante Deportivo Cali y Corinthians por la Libertadores en el horizonte para martillar la clasificación a los octavos de final del certamen internacional.
En otro momento de la temporada, cuando la continuidad de Battaglia estaba el peligro, tal vez, Racing sería favorito. Pero este Boca reclama otro respeto. Y va tejiendo poco a poco el traje de candidato (o al menos, de serio aspirante) a lucir la corona de la Copa de la Liga.
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