El Independiente Santa Fe se sumió en la vergüenza internacional. Cayó 2-1 ante un River Plate diezmado por el covid-19, sin suplentes y con un mediocampista como arquero, dejando ver de paso la mediocridad que ronda al fútbol colombiano.
"Sabíamos que en torneos internacionales se juega a otro ritmo y no estuvimos a la altura", expresó en conferencia de prensa el capitán del equipo, el portero Leandro Castellanos. "Tenemos vergüenza", agregó, visiblemente dolido.
La inusual derrota ante un equipo con más de 20 bajas no solo humilló al vigente subcampeón del fútbol colombiano, también refleja el mal momento de los equipos cafeteros, que ajustan varios años sin brillar en la vitrina internacional.
"Estamos graves" dijo a la AFP el analista deportivo Nicolás Samper.
Desde 2017, cuando Atlético Nacional fue eliminado de octavos de final en su intento por defender el título de la Copa Libertadores, los colombianos no asoman en la fase definitiva del torneo de clubes más importante del continente.
El maleficio parece estar a punto de extenderse: a falta de una fecha para cerrar la fase de grupos ningún equipo colombiano está clasificado para los octavos de final de esta edición.
Junior, Atlético Nacional y América mantienen opciones en medio de una campaña atípica en la que los equipos se han visto obligados a ser locales en otros países por el estallido social en Colombia.
Torneo "mediocre"
Más allá de la heroica actuación de River, el trámite del partido del miércoles fue inquietante. Los 'cardenales' recibieron dos goles en los primeros seis minutos del juego y luego pasaron toda la primera parte sin probar los reflejos del improvisado arquero Enzo Pérez.
"Hay una falta de actitud ante los retos importantes que resulta siendo preocupante", anota Samper, quien recuerda otras pifias recientes de equipos colombianos a nivel continental como el caso del Junior, que en la pasada edición de la Libertadores cayó 2-0 en casa ante el ecuatoriano Barcelona en un partido en el que se jugaba el pase a octavos de final.
A nivel de selección, el panorama también es opaco: la 'tricolor' marcha séptima en el clasificatorio sudamericano al Mundial de Catar 2022, fuera del grupo de cuatro clasificados directos, y viene de sufrir dos goleadas históricas ante Uruguay, 3-0 en Barranquilla, y Ecuador, 6-1 en Quito.
En medio de la avalancha de críticas a Santa Fe, Samper es benevolente: "Estaba en un lugar incómodo, si ganaba iban decir: bueno le ganó a River que no tenía arquero y si perdía iban decir perdió con un equipo sin arquero".
En su lugar, invita a fijar la mirada en el formato del torneo local, que considera "nocivo para el fútbol competitivo".
Actualmente, 20 equipos se enfrentan en una fase regular de todos contra todos en la que los ocho primeros pasan a disputar los cuartos de final. En su edición más reciente, el séptimo clasificado, América de Cali, se llevó el título a pesar de una campaña regular.
"El formato es muy mediocre, a los clubes les basta con muy poco para ser campeones", comenta Samper.
La semana que viene Junior, el bicampeón Atlético Nacional y América estarán obligados a ganar para enmendar la dignidad del fútbol colombiano ante los ojos del continente.
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