Enzo Pérez tuvo su noche de gloria en el puesto menos pensado: fue el arquero de emergencia de un River Plate diezmado por contagios masivos de covid-19 y el héroe de la victoria 2-1 ante el colombiano Independiente Santa Fe en un partido por la Copa Libertadores la noche del miércoles.
El volante, de 35 años, se calzó los guantes para improvisar en el arco tras el contagio de los cuatro arqueros del equipo en medio de un brote que afectó a 25 miembros del plantel 'millonario'.
Su inclusión estuvo en duda debido a una distensión muscular en el isquiotibial derecho. Pero con River acorralado y sin suplentes, su tarea se agigantó y la victoria tuvo ribetes de épica para depositarlo en el pedestal adonde sólo suben los héroes.
"Sólo traté de enfocarme en ayudar al equipo", declaró tras el triunfo en el estdio Monumental, en Buenos Aires.
Un intento de River por inscribir a un arquero juvenil en última instancia había chocado con la negativa de la Conmebol, bajo el argumento de que iba en contra del reglamento.
"Éramos 11 para completar y uno de ellos estaba tocado con una lesión. Si bien no era de gravedad, le iba a impedir desempañarse con habitual normalidad. La opción que teníamos de los jugadores de campo era él y la asumió con mucha valentía", lo elogió su entrenador, Marcelo Gallardo. "No es fácil pararse en un puesto que se desconoce", agregó.
Sin embargo tampoco había opciones.
"No tuvimos un plan B, siempre fue la primera opción. Íbamos a necesitar jugadores con piernas en el resto del partido y era el único que no iba a poder hacerlo", admitió el DT.
Las fotografías de Pérez abrazado a Gallardo fueron la postal de un partido inédito, disputado en el momento más aciago de la pandemia para la región, con casi un millón de muertes y también para Argentina, con 3,4 millones de contagios y más de 72.000 fallecidos.
Elogios
Pese a estar en un puesto desconocido, en recuperación de una lesión y con la carga emotiva de las circunstancias, Pérez mostró un aplomo inusitado bajo los tres palos.
"Enzo Pérez mostró una tranquilidad enorme", lo elogió el exarquero Sergio Goycochea, héroe de la selección argentina que llegó a la final del Mundial de Italia-1990.
Limitado debido a la lesión, se recostó en el excelente desempeño de la última línea de River para resguardar la valla.
"Jugó tratando de estar tranquilo, de manejar los tiempos con un hecho fundamental: estaba condicionado porque no podía patear por la lesión. Desde abajo se le iba a complicar y eso obligó a la defensa a perder una variante, que era darle la pelota hacia atrás", analizó Goycochea.
"La verdad, cumplió con creces, hay que sacarse el sobrero" concluyó en una columna para el diario Clarín.
Pese a que lo excepcional de las circunstancias lo convitieron en la figura excluyente del partido, Enzo Pérez prefirió enfocarse en lo humano.
"Hablar del partido no tiene mucho sentido por lo que hemos vivido durante este tiempo por el tema covid", remarcó Pérez, que jugó los mundiales de Brasil-2014 y Rusia-2018 con Argentina. "Lo que más disfrute fue abrazarme con mis compañeros cuando terminó".
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