Un gol de penalti de Sebastian Driussi dirigió ayer a River Plate hacia el título del oficioso Mundial de Clubes sub 17 en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, con un triunfo en la final contra el Atlético de Madrid (0-1), al que anuló desde el primer minuto y al que perdonó una derrota más severa al final.
Fue mejor el conjunto argentino, un bloque compacto, impenetrable para el equipo español durante los más de 80 minutos que duró el encuentro y que tomó una ventaja definitiva en el 16’, en un penalti inocente de Álvaro sobre Driussi y que el delantero anotó con calidad.
Nada inquietante para River, el nuevo campeón del Mundial de Clubes sub 17 “Comunidad de Madrid”, con el portero menos goleado del torneo, un seguro Augusto Batalla, y con el máximo goleador de la competición, Sebastián Driussi.
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