Los primeros 45 minutos entre Boca y Gimnasia tuvieron de todo: lluvia, sol, lesiones y emociones. El “xeneize”, con Alan Varela como principal pasador, intentó imponer toda su jerarquía, pero mostró poco juego asociado; el “lobo”, pese a sufrir las salidas de Víctor Ayala y Matías Pérez García, fue siempre al frente y complicó más de la cuenta al local.
El primer grito de la tarde-noche llegó a los 42’: Edwin Cardona ejecutó un córner desde la derecha y Carlos Izquierdoz, de impecable movimiento dentro del área, desvió la pelota de cabeza y anotó el 1-0 parcial. Festejo a puño cerrado para uno de los referentes del plantel.
Sin embargo, los de La Plata reaccionaron rápido y también aprovecharon la pelota detenida: luego de un tiro de esquina, Marcelo Weigandt metió otra vez el balón en el aire y Germán Guiffrey la empujó para empardar la historia en la Bombonera a los 45’. Carlos Zambrano perdió la marca y otra vez salió en la foto del gol.
El complemento tuvo al Tripero muchísimo más activo que al Xeneize: Gimnasia no resignó a su idea, atacó con muchísima gente y llenó de dudas al último campeón del fútbol argentino. Con Brahian Alemán como máximo exponente del juego, la visita se puso en ventaja a los 16 minutos tras un gol del mencionado número 10. Sorpresa absoluta en la Ribera.
Miguel Ángel Russo, con bronca por el 1-2 en contra, movió el banco y mandó a Eduardo Salvio y al juvenil Cristian Medina a la cancha. Boca intentó generar un poco más de fútbol, pero fue demasiado lento y monótono a la hora de atacar. Sí, una pobrísima imagen del Xeneize.
Pero como el fútbol tiene cosas inexplicables, los de La Boca llegaron al empate gracias a un majestuoso tiro libre de Edwin Cardona, quien a los 40’ colgó la bola del ángulo superior derecho del arquero de Gimnasia. Dos pasos de carrera fueron suficientes para ver otra obra de arte del colombiano.
El 2-2 no se quebró más, por eso Boca y los dirigidos por Mariano Messera dividieron puntos en la primera jornada de la Copa de la Liga Profesional. Un resultado justo por lo que hicieron ambos dentro del campo de juego.
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